Homily
Homily del 23 de marzo de 2008
Charla ID:
2008.03.23.H
Título:
La sospecha contra la materia y la Resurrección
Duración:
0:28:42
Temas:
Palabras Clave:
Fecha Litúrgica:
Texto Bíblico:
Mc 16: 1-7
Comentario:
Solemnidad de solemnidades. "Si Cristo no ha resucitado, vana es nuestra fe". La victoria sobre la muerte. Esta resurrección es también para nosotros al ser bautizados en Él. Es curioso que a lo largo de los siglos haya llegado a nuestros días la sospecha contra el cuerpo y contra la materia. Se ha considerado al cuerpo como enemigo del alma. Pero esto no debe ser así. Cuerpo y alma forman al hombre. El desprecio del cuerpo ha sido una constante a lo largo de los siglos. San Agustín decía que el cuerpo es la cárcel del alma. Esto son teorías platónicas. Se ha metido también en la doctrina de los místicos. Hay que acabar con los sentidos corporales. E incluso la consideración de la Humanidad de Cristo como un inconveniente. Todo esto son desviaciones. La prueba de que el cuerpo no es malo, es la Encarnación. Sin nuestro cuerpo no podríamos amar a Dios. Ningún hombre puede amar a un espíritu puro. Hemos conocido al Padre a través del Hijo, y en el Hijo a través de su Humanidad. ¿Por qué esta enemistad contra la materia? El obrar sigue al ser. En el Cantar de los Cantares se dicen cosas del amor pero usando el cuerpo. "Béseme con besos de su boca..." En este libro no se desprecia al cuerpo. "Dame a ver tu rostro..." La belleza se percibe a través de la vista y del oído. "Oh cristalina fuente..." El amor a través de los ojos. El silencio amoroso es más elocuente que muchas palabras. "Entrádose se ha la esposa..." El cuerpo forma parte esencial de nosotros. Y nos permite identificarnos con Jesús. Es un instrumento glorioso. ¿Cómo explicar entonces lo de San Pablo "... quién me liberará de este cuerpo de muerte? Esto se contrarresta con lo que dice en otro sitio, "llevo en mi cuerpo la gloria del Señor". Y en Filipenses, "transformará nuestro cuerpo vil en un cuerpo glorioso como el suyo". San Francisco nunca consideró a su cuerpo como enemigo. Le pide perdón al hermano cuerpo. El Padre ha tenido tiempo para estudiar el tema de la escatología final. Las almas de los bienaventurados ya gozan de la visión de Dios. ¿Pero y el cuerpo, no añade nada? Tiene que añadir algo, porque la resurrección es un tema fundamental. El Padre ha tratado esto en sus libros. El Padre expone su doctrina: Con el cuerpo glorioso tendremos una identificación definitiva con Cristo. También sucederá esto con la creación en general. Su amor significa vivir la propia vida del amado. Hoy no solo consigue librarnos del temor de la muerte, sino también la gloria de la resurrección.
Resumen:
El Padre presenta una reflexión profunda sobre la importancia del cuerpo en la fe cristiana, especialmente en el contexto de la Pascua de Resurrección. Destaca que el cuerpo no es un enemigo del alma, sino una parte esencial de la naturaleza humana creada por Dios. Critica las tendencias históricas que han despreciado el cuerpo, argumentando que Jesucristo mismo tomó un cuerpo humano, demostrando así su bondad y valor. El orador enfatiza que el cuerpo es fundamental para nuestra salvación y para amar a Dios, ya que nos permite conocer y amar a Cristo de manera humana. Utiliza ejemplos bíblicos, especialmente del Cantar de los Cantares, para ilustrar cómo el amor divino se expresa a través de términos corporales y sensuales. También aborda la resurrección del cuerpo, explicando que en la escatología final, los creyentes recibirán cuerpos gloriosos como el de Cristo, lo que permitirá una identificación total con Él. Esta glorificación del cuerpo es presentada como el momento culminante de la historia de la salvación. El Padre concluye reflexionando sobre el significado profundo de las palabras de Jesús sobre la amistad y la unión con Él, sugiriendo que implican una participación completa en Su vida y naturaleza, trascendiendo todas las diferencias a través del amor.
Comentario Técnico:
Buena calidad de sonido.