Para uso interno por el estilo de hablar del Padre. EL Padre comenta las palabras del apóstol San Pablo a Timoteo. "La palabra de Dios no está encadenada. Todo lo soporto.." Después del hecho de la Resurrección le habla a Timoteo de los sufrimientos. Hemos de compartir la muerte del Señor. Tiene un doble motivo: amar a Jesucristo y el amor a nuestros hermanos. El amor lleva a compartir con la persona amada las alegrías y las penas. Contigo pan y cebolla. Lo agradable y lo triste. Si estoy en lo fácil pero no en lo difícil, no hay amor verdadero. Esto es extensivo a nuestros hermanos. Sufrimos por amor de Jesús y al mismo tiempo sufrimos por nuestros hermanos. No hay apostolado que produzca fruto que no lleve el sello del sacrificio. Cualquier que no estuviera dispuesto a vivir ese sacrificio y que fuera egoísta no serviría para embarcarse en nuestra aventura. "Todo lo soporto por amor de los elegidos..." Los sufrimientos de san Pablo no era un pequeño sacrificio en la cena. El que mide la mortificación, ese es porque no tiene corazón. "Todo lo soporto..." Si no estamos dispuesto a esto, mejor nos vamos. Si medimos la mortificación con el instrumento de medir la mortificación, esta gente así no sirve. Demuestra muy poco amor. El apostolado se hace a fuerza de cariño y de sufrimiento. Os he dicho esto muchas veces. Gente de corazón, dispuesta a todo. Hablando con los mayores dábamos una razón muy bonita de las dificultades de la oración: cuando nuestros hermanos sufren tanto en la oración, nosotros debemos solidarizar con la gente. El Padre se sonríe viendo dormir en la oración a los nuestros haciendo oración por 15 minutos. A las 7:30 de la mañana luchando con la boca y los ojos de sueño y aburrimiento. Con mortificaciones convencionales no iremos a ninguna parte. A la gente se la gana a golpazos de cariño. "Verdadera es la Palabra, si padecemos con El también con el viviremos". Tenemos que morir con Él antes de vivir con Él. El otro día leía un libro que decía: los hombres bastos, privados de sensibilidad, se privan de lo mejor. Son como los que están en el limbo, o como los animales. Se privan de los placeres del espíritu. Si no estamos dispuestos a morir, no gozamos de la alegría de darlo todo por el Señor. Nuestras alegrías se quedan en la comida, o en la excursión, y en la película. Hay que sufrir por el Señor y por los hermanos. "Pero tú hijo mío has seguido de cerca mis enseñanzas..." Longanimidad significa corazón grande. San Pablo habla de gran corazón. Fuera los que tienen corazón pequeño. Fuera los remolones, los vagos, los gandules. Todos los que quieran vivir según Cristo, padecerán persecución. Menos los de Burgos, los de Murcia y los del Pedregal. Risas. Nos falta un poquillo. El mundo está muy mal. Leía ahora 7 u 8 cartas de nuestros hermanos de América que sufren más que nosotros. Sin corazón, sin volvernos locos por Jesús, no vamos a ningún lado. Noticia de esta mañana en la radio, se han concentrado millares de jóvenes en Bolonia para hacer un congreso para manifestar su apoyo a la democracia. La delegación española por cien jóvenes (cien turistas) y presidida por José Palau, secretario general de los comunistas catalanes. Hay que tirar por la ventana el mortificacionimetro. Los que se duermen en la oración. El Silva y el Fuentes tienen que hacer chuscos para el Pedregal. El Padr confía que haremos apostolado.